A lo largo de la historia, la llegada de cada nueva tecnología ha despertado voces que proclaman el fin de algo emblemático: la fotografía acabaría con la pintura, los CDs con los vinilos, y los libros electrónicos con el papel. Sin embargo, las grandes obras no solo sobreviven, sino que encuentran su lugar en nuevas épocas. Hoy, el turno de desaparecer parece haberle llegado a la ilustración, amenazada, según algunos, por la inteligencia artificial. Pero ¿es realmente el fin del arte visual como lo conocemos?La historia del ser humano y su necesidad de crear son milenarias; dibujamos en cuevas hace más de 10,000 años, y continuaremos haciéndolo en el futuro. La IA cambia el cómo, pero no el porqué. La tecnología puede transformar nuestras herramientas, pero el impulso y el placer de crear son fuerzas profundamente humanas que ninguna máquina puede reemplazar.